¿Qué es y qué implica el trabajo intersectorial?
La intersectorialidad implica que diferentes instituciones y organizaciones trabajen de manera coordinada, transformando la cooperación ocasional en acciones organizadas y estratégicas para resolver problemas específicos. Para el caso de residencias de protección, esta colaboración implica el trabajo conjunto con diferentes instituciones del Estado y sectores de la sociedad, con los que tenemos el objetivo común de promover el bienestar y proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes.
En contextos de residencia, no solo una institución es responsable de garantizar los derechos de NNA, sino todas aquellas que se relacionan con ellas y ellos.
El trabajo en red no es solo una recomendación, sino un mandato legal que se basa y se refuerza con la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño, Niña y Adolescente hace más de 30 años. La adhesión a la Convención obliga al Estado a adaptar sus leyes y normativas para proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes y este marco legal incluye una serie de leyes específicas que buscan resguardar estos derechos, especialmente en situaciones donde NNA han sido gravemente vulnerados.
Tener claridad que el garante principal de los derechos de NNA es el Estado con sus tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; que los garantes corresponsables son la sociedad civil, los medios de comunicación y las empresas; y que los garantes interrelacionales son la familia y la comunidad, nos permitirán desarrollar un trabajo que se sostenga tanto en el presente como en el futuro familiar de los NNA, que tenemos a nuestro cargo temporalmente.
El trabajo en red trae aparejado múltiples beneficios en pos del bienestar de NNA. La labor coordinada nos permite optimizar los recursos disponibles y reducir la duplicación de esfuerzos. La colaboración entre sectores garantiza una mejor atención a las necesidades específicas de los niños, niñas y adolescentes y lo más importante, las acciones conjuntas tienden a mantenerse a largo plazo, proporcionando un apoyo continuo y duradero.
Dónde poner atención
Entender que nuestro trabajo con niños, niñas y adolescentes y sus familias es transitorio, nos permitirá tomar conciencia de la importancia de las redes de apoyo que forjamos para que la reunificación sea permanente. Apoyarles en la crianza, mediante instituciones que puedan respaldarles en esta misión es imprescindible. Debemos complementar el trabajo de fortalecimiento de habilidades y competencias para una crianza positiva con un apoyo social concreto, que les permita desarrollar su rol de cuidado de forma efectiva.
Nuestra aspiración final es que niños, niñas y adolescentes vuelvan a sus familias. Para esto, es importante asumir que la parentalidad no se ejerce en el vacío ni depende únicamente de las características particulares de cada familia, sino que se desarrolla en diversos contextos socioculturales, económicos y psicosociales que facilitan o dificultan el ejercicio de dicha responsabilidad. Por lo tanto, para que un NNA vuelva con su familia debemos entender la intervención familiar como una tarea comunitaria, que involucra la gestión de redes y relaciones con instituciones, grupos e instancias legislativas que busquen la generación de los cambios necesarios para la reintegración efectiva en sus territorios..
Para ello será clave el desarrollo de acciones de vinculación de las familias con diferentes redes, servicios de apoyo y recursos comunitarios que aseguren el cuidado y bienestar integral de los NNA, tales como el CESFAM, COSAM, centros educacionales, beneficios municipales, centro de la mujer, escuelas abiertas, oficinas de la niñez y juventud, entre otras que se encuentren en sus territorios. Así los logros alcanzados por las familias se podrán sostener en el tiempo.
Estas acciones de vinculación tenemos que llevarlas a cabo durante todo el proceso de intervención, incluyendo el seguimiento y egreso, por lo que es clave trabajar en la gestión de la información y la responsabilización con las familias.
Cómo trabajar en red
Para garantizar un enfoque que fortalezca la colaboración intersectorial y la atención centrada en las necesidades de las familias es necesario apoyarnos en algunas acciones y prácticas clave:
- Mapa de garantes: una herramienta que puede ayudarnos en la identificación de las redes presentes en un territorio y las estrategias de vinculación más adecuadas. Esta herramienta viene de la planificación con enfoque de derechos, por lo que nos facilita poner en el centro a los niños y las niñas con quienes trabajamos.
- Guía de beneficios sociales: realizar una guía de información práctica para las familias sobre prestaciones que forman parte del Sistema de Protección Social. Así se puede orientar a las personas y explicarles en qué consisten las asignaciones o subsidios, qué institución es responsable de entregarlas, cuáles son los requisitos que se deben cumplir para postular, dónde se hace la postulación y dónde se pueden cobrar.
- Trabajo desde la empatía, calidez y buen trato: trabajar con las familias desde sus recursos y no desde sus déficits, siempre tratando de orientar y favorecer que logren superar las situaciones que llevaron a cometer la negligencia y vulneraciones en los NNA que estaban a su cuidado. Para esto es necesario que comprendamos las situaciones particulares, poniéndonos en el lugar de la familia, con afecto y respeto, para lograr los cambios que se requieren para lograr la reunificación familiar.
- Generar una estrategia complementaria al Programa Acercamiento Familiar (PAF): realizar el acompañamiento y seguimiento de las familias de las NNA que se encuentran en etapa de reunificación. Una alternativa es que esta función sea asumida por un/a técnico social o terapeuta ocupacional con dedicación exclusiva y jornada completa, quien esté a cargo de realizar un seguimiento constante a las familias, gestionar su vinculación a redes de acuerdo con sus necesidades y reportar a las duplas sobre los avances en dichas gestiones. Esta práctica permite descomprimir a las duplas para que puedan concentrarse más en la intervención familiar y el fortalecimiento de las habilidades para una crianza positiva y respetuosa.