¿Qué es la interculturalidad?
El concepto de interculturalidad se refiere a la interacción y el intercambio entre diferentes culturas, donde quienes participan se enriquecen mutuamente en una relación de igualdad, respetando sus historias y conocimientos. La interculturalidad implica una relación con las otras culturas, es más que una simple presencia de ellas.
La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce este enfoque en varios de sus artículos, subrayando la importancia de respetar la identidad cultural, la libertad de pensamiento y religión, y el derecho a mantener su propia vida cultural, especialmente para aquellos que pertenecen a minorías étnicas, religiosas o lingüísticas.
El enfoque intercultural nos permite hacer de él una herramienta práctica para garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes, de todos los orígenes culturales, puedan ejercer plenamente sus derechos. Respetar y promover su identidad es la base para que no se sientan desarraigados. Potenciar su integración, sin desligarles de su cultura, permitirá que esta sea vista como una fortaleza y no una barrera.
En el contexto de las residencias de protección, el reconocimiento, la convivencia y la valoración de las particularidades de las vivencias individuales, familiares y sociales de cada niño, niña y adolescente, que proviene de un pueblo originario o es de otro país, cobran especial relevancia en la adaptación a su nuevo escenario de vida. Sus vivencias particulares, familiares y sociales, sus trayectorias, la pérdida de vínculos y adultos significativos, se suman a la integración a nuevos territorios y contextos culturales ajenos.
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Dónde poner atención
Es necesario que generemos acciones tendientes a comprender profundamente la cosmovisión, tradiciones y valores de los NNA para ofrecer un acompañamiento e intervención que realmente respete y promueva su identidad.
Integrar a los niños, niñas y adolescentes dentro de la residencia de protección, sin que esto implique la pérdida de su identidad cultural. Esto requerirá de la apertura de espacios para compartir su cultura e incluir a sus compañeros y compañeras, de manera que puedan comprenderles, sin generar rechazo o discriminación.
Involucrarnos activamente en la vida cultural de los NNA, participando en celebraciones y actividades culturales, ayudará a crear un ambiente de respeto y reconocimiento de su identidad y, por ende, de ellos y ellas.
Buenas prácticas
Algunas acciones que permitirán poner en práctica el enfoque intercultural son las siguientes:
Reconocimiento de la identidad cultural:
Es esencial que consultemos a cada niño, niña y adolescente sobre su pertenencia étnica y que esta información se registre adecuadamente. Esto incluye documentar formas de mantener el contacto con su cultura de origen, como la participación en celebraciones o el estudio de su lengua.
Conocimiento de la situación migratoria:
En el caso de niños inmigrantes, es importante que entendamos su historia familiar y social, las vulneraciones que han podido sufrir, y asegurarnos de que cuentan con la documentación necesaria para su permanencia legal en el país.
Socialización según su cultura:
Es importante buscar referentes culturales dentro de su familia extendida o en organizaciones que puedan facilitar la continuidad de su socialización según los patrones culturales propios de su etnia.
Intervención con perspectiva intercultural:
Es ideal que los equipos de cuidado estemos capacitados en interculturalidad o, idealmente, contar con "facilitadores interculturales" que comprendan y puedan mediar en la aplicación de este enfoque dentro de la residencia.
Comunicación efectiva:
Es importante dialogar y escuchar respetuosa y activamente, con especial cuidado de verificar que somos comprendidos y que entendemos las preguntas o comentarios que se hacen.
Establecer relaciones simétricas:
La forma de aproximación al NNA perteneciente a un pueblo originario o migrante, su familia y realidad, debe estar basada en relaciones simétricas, de empatía, respeto y apoyo emocional. Para ello es de gran relevancia identificar nuestros sesgos personales respecto de la cultura o etnia del NNA.
Aprender de la cultura y países de origen:
Tener conocimiento de algunos detalles (música, artistas, deporte, ciudades, ritos) de la cultura o del lugar de origen del NNA y su familia, permitirá que se sientan reconocidos y abrir una conversación. Siempre teniendo en cuenta que no se perciba como estigmatización o burla.
Celebración de hitos culturales importantes:
Dar la posibilidad de poner en relevancia su cultura, estableciendo el día de su país o de su etnia, incorporando a la celebración a los demás niños y niñas.