¿Es posible resignificar el trauma?
Según plantea el neuropsiquiatra Boris Cyrulnik, sobreviviente del Holocausto, sí es posible. Sin embargo, señala que no se trata de eliminar el sufrimiento o hacer que la persona vuelva a ser la misma de antes, sino de encontrar un nuevo camino de desarrollo a partir del trauma. Plantea que el trauma deja huellas en el cuerpo, en la memoria y en el propio cerebro.
Según Cyrulnik, el trauma más destructivo no es necesariamente el físico, sino el aislamiento emocional y la negligencia afectiva. Estos factores erosionan la autoestima y afectan profundamente el desarrollo emocional. Asegura que se puede retomar un buen desarrollo sólo si el niño, niña o adolescente encuentra seguridad en cuidadores y cuidadoras que le acojan y protejan. Por tanto, la atención debe estar centrada en reconstruir los vínculos de apego y ofrecer un entorno afectivo que nutra la seguridad emocional.
Ayudar a niños, niñas y adolescentes a resignificar el trauma implica acompañarlos en la búsqueda de sentido. Para Cyrulnik, dar un significado a lo vivido es lo que les permite avanzar, ofreciéndoles un entorno seguro y empático donde puedan expresar sus emociones y explorar diferentes formas de integrar su experiencia. Según Cyrulnik, la resiliencia no es un retorno a la vida previa al trauma, sino una oportunidad de reconstruir un nuevo desarrollo, enriquecido por la comprensión y el significado que se le da a lo vivido.
Dónde poner atención
Para acompañar a niños, niñas y adolescentes que han sufrido trauma, es esencial:
- Comprender que no existen personalidades resilientes puesto que se trata de un proceso y que, por tanto, todos y todas tienen la capacidad de desarrollarla.
- Poner atención en los mecanismos destructivos que pueden activar niños, niñas y adolescentes y que profundizan su sufrimiento como el aislamiento, la vergüenza y la falta de sentido, porque les puede dejar atrapados en una narrativa de victimización que dificulta la reconstrucción de su identidad.
- Entender que el proceso de resignificación no es lineal y que cada uno y una debe encontrar su propio camino hacia la resiliencia. La flexibilidad y la paciencia son claves en este proceso, ya que las formas de expresión y los tiempos varían enormemente de un individuo a otro.
- Permitir que los NNA encuentren sus propias formas de expresión y sanación. Algunos pueden necesitar tiempo para hablar sobre lo que han vivido, mientras que otros pueden encontrar refugio en la creatividad, la fantasía o el compromiso social.
- Crear espacios seguros que permitan la resiliencia. Manifestar a niños, niños y adolescentes con palabras y actitudes que están sostenidos afectivamente y que cuando estén preparados podrán conversar sobre sus experiencias, se tratará de comprender y de darle un sentido.
Mecanismos de resignificación de NNA
Cyrulnik ofrece diversos ejemplos de cómo los NNA pueden empezar a resignificar su trauma. Uno de los mecanismos más comunes es la fantasía, que utilizan para protegerse del dolor. Este mecanismo, aunque defensivo, es constructivo en la medida en que les permite mantener una distancia psíquica del sufrimiento y que puede ser manifestado a través del arte.
Otro ejemplo es la “rabia de comprender”, que, según Cyrulnik, evita la muerte psíquica al fomentar un deseo de entender lo que ha sucedido, transformando el dolor en una oportunidad de crecimiento.
Otro mecanismo relevante es el altruismo. Muchos NNA que han atravesado experiencias traumáticas desarrollan una fuerte vocación de ayuda a los demás en la adultez, convirtiéndose en psicólogos, educadores o trabajadores sociales. Este sentido de propósito les permite transformar su dolor en una forma de contribuir a la vida de otros, otorgando un sentido profundo a sus propias experiencias.