¿Qué son los protocolos de actuación?
Los protocolos de actuación en residencias de protección son herramientas que garantizan una respuesta coordinada, segura y efectiva para atender las necesidades de niños, niñas y adolescentes que han sido separados de sus familias debido a situaciones de vulneraciones de derechos. Estas guías no solo establecen procedimientos claros para abordar diversas situaciones, sino que también sirven como un marco ético y legal que protege a los NNA y al personal.
Se trata de un conjunto de directrices estructuradas que especifican los pasos a seguir ante diferentes escenarios dentro de una residencia de protección.
Su objetivo principal es estandarizar las respuestas, minimizando los riesgos y garantizando un enfoque centrado en los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Estos documentos deben ser dinámicos y adaptarse constantemente a los avances normativos, las buenas prácticas y las necesidades cambiantes de los NNA.
Dónde poner atención
La implementación y supervisión de los protocolos requiere enfoque en áreas clave para garantizar su efectividad:
Contexto normativo: Los protocolos deben estar alineados con las leyes locales e internacionales de protección infantil, como la Convención sobre los Derechos del Niño. Esto asegura que las acciones emprendidas respeten los estándares de derechos humanos y promuevan el interés superior de niños, niñas y adolescentes.
Capacitación del equipo: Un protocolo es tan efectivo como su implementación. El equipo de la residencia debe estar capacitado para comprender y aplicar las directrices de manera coherente, especialmente en situaciones de alta presión emocional.
Supervisión y evaluación continua: Implementar protocolos sin un mecanismo de supervisión puede llevar a inconsistencias. Es fundamental contar con sistemas de monitoreo y evaluación que identifiquen áreas de mejora y garanticen el cumplimiento efectivo de las guías.
Abordaje de la individualidad: Si bien los protocolos buscan estandarizar, es esencial que consideren las particularidades de cada caso, respetando las necesidades individuales de cada niño, niña o adolescente.
Tipos de protocolos
El Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia define varios tipos de protocolos esenciales para las residencias de protección, como los siguientes:
Protocolo de ingreso y acogida: Asegura un proceso sensible y planificado para mitigar la ansiedad y facilitar la adaptación.
Protocolo de diagnóstico psicosocial: Identifica vulneraciones de derechos y factores de riesgo como base para un plan de intervención.
Protocolo del Plan de Intervención Individual (PII): Establece metas personalizadas para la protección y restitución de derechos.
Protocolo de visitas: Regula encuentros familiares, fomentando lazos afectivos en un ambiente seguro.
Protocolo de reclamos, sugerencias y felicitaciones: Permite recoger opiniones de los niños y sus familias, promoviendo la mejora continua.
Protocolo de preparación para la vida independiente: Apoya a las y los adolescentes en su transición hacia la autonomía, fortaleciendo habilidades prácticas y emocionales.
Protocolo de pre-egreso y egreso: Detalla acciones planificadas para garantizar una salida segura y con respaldo adecuado.
Protocolo de registros del centro residencial: Sistematiza la documentación técnica y administrativa para asegurar transparencia y continuidad.