Los enfoques transversales en el trabajo residencial

¿Qué son los enfoques transversales?

La integración de enfoques transversales en el trabajo dentro de una residencia de protección es fundamental para garantizar la equidad y el bienestar de niños, niñas y adolescentes. Sustentan y dan forma a nuestro ser y quehacer institucional. Están interrelacionados entre sí y nutren nuestra mirada desde una perspectiva multidimensional, permitiendo una mayor y precisa comprensión de la realidad que buscamos intervenir y transformar. Son transversales porque comparten principios que se fundamentan en la transformación de las sociedades para el desarrollo humano integral, por medio de instrumentos legales, reflexivos y metodológicos.

Estos enfoques, interdependientes y mutuamente enriquecedores, permiten una intervención más efectiva y sensible a la complejidad del desarrollo infantil.

Al incorporar estudios y evidencia provenientes de la neurociencia y la psicología del desarrollo humano y sistémico, se posibilita una mirada holística que potencia las prácticas y refleja un compromiso profundo con los derechos y el desarrollo integral de los NNA.

Cada enfoque descrito a continuación —derechos, ciclo vital, vincular, intersectorial, eco-sistémico, de género, intercultural e inclusivo — nos guían en nuestras intervenciones, asegurando que se consideren todos los aspectos del desarrollo y las necesidades de los niños, niñas y adolescentes. La sinergia entre ellos crea un marco robusto que promueve la resiliencia, la equidad y el desarrollo saludable en un entorno seguro y protector.

Todos son igualmente relevantes y su práctica complementaria o paralela nos permite aproximarnos a la infancia de forma integral, concibiendo la realidad en la que vivimos como un todo, y contribuyendo con distintas herramientas analíticas y de intervención. Esto nos posibilita visibilizar diferentes tipos de desigualdades y avanzar en la protección, el desarrollo integral y el ejercicio pleno de los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

¿Cuáles son nuestros enfoques transversales?

Enfoque de derechos, basado en la Convención sobre los Derechos del Niño (1989), considera a los niños como titulares activos de derechos que deben ser protegidos y promovidos. Este marco establece que el Estado y otros actores deben garantizar estos derechos mediante políticas y medidas preventivas. En residencias, se enfoca en empoderar a los niños y las niñas para que participen en decisiones sobre sus vidas y en asegurar que se respete su interés superior, promoviendo su autonomía progresiva.

Enfoque de ciclo vital, ajusta las estrategias de intervención a las etapas de desarrollo del niño, niña o adolescente, reconociendo las necesidades cognitivas, emocionales y sociales específicas de cada fase.Este enfoque destaca la importancia que tienen las primeras fases del ciclo vital de una persona para asegurar un buen tránsito hacia la vida adulta.

Enfoque intersectorial promueve la colaboración coordinada entre diversas instituciones y organizaciones para abordar problemas que afectan a niños, niñas y adolescentes. Busca transformar la cooperación informal en acciones estratégicas y ordenadas, con un marco ético y técnico compartido. La gestión intersectorial implica definir competencias y responsabilidades claras, optimizando recursos y comunicación para garantizar un bienestar integral y prevenir desigualdades en la atención a la infancia.

Enfoque vincular, se centra en resignificar y fortalecer los vínculos emocionales dañados por la vulneración de derechos. Reconoce la importancia de un vínculo estable y seguro para el desarrollo emocional saludable. La intervención buscará mejorar el vínculo familiar, fortalecer las habilidades parentales y construir ambientes afectivos protectores. La resiliencia es clave en este enfoque, para superar experiencias traumáticas y los profesionales pueden apoyar como «tutores de resiliencia» en la revinculación de los niños y sus familias.

Enfoque eco-sistémico considera a los niños, niñas y adolescentes como actores sociales en constante interacción con su entorno. Este enfoque analiza cómo los diferentes contextos y relaciones impactan su desarrollo, abarcando desde el macrosistema cultural hasta el microsistema familiar y escolar. Su objetivo es comprender, evaluar e intervenir en las dinámicas relacionales que influyen en el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes con los que trabajamos.

Enfoque de género promueve la igualdad y la equidad, abuscando asegurar que tanto niñas como niños reciban apoyo adecuado, reconociendo sus necesidades específicas y contextos particulares. Este enfoque impulsa estrategias destinadas a evitar el refuerzo de estereotipos y conductas que perpetúan la discriminación y que generan desigualdades tanto en el desarrollo como en las oportunidades de crecimiento de niñas y niños.

Enfoque intercultural valora la diversidad cultural y fomenta el respeto, la inclusión y el diálogo entre diferentes culturas. Promueve la interacción simétrica y respetuosa entre culturas, reconociendo su interdependencia. En el ámbito de la infancia y adolescencia, este enfoque facilita el entendimiento y la valoración de diversas cosmovisiones y prácticas culturales, asegurando el respeto a la identidad y la no discriminación.

Enfoque inclusivo de necesidades especiales busca garantizar igualdad de condiciones y oportunidades para niños, niñas y adolescentes, considerando la diversidad de sus características físicas, mentales, intelectuales o sensoriales. Este enfoque plantea que las barreras están en el entorno, no en las personas, y promueve los ajustes necesarios para su plena participación.

¡Fórmate con nosotros!

Sé parte de la comunidad PROTEGE y transformemos la vida de niños, niñas y adolescentes que han sido gravemente vulnerados.

Compartir en:

Otras notas de interés