¿Por qué es importante que quienes forman parte de los equipos estén motivados?
La motivación es un factor que orienta, estimula y dirige las acciones de las personas hacia el cumplimiento de objetivos. En las residencias de protección, donde el trabajo implica el cuidado y acompañamiento de niños, niñas y adolescentes, mantener equipos motivados asegura un desempeño laboral comprometido y un entorno más estable y enriquecedor. Cuando los equipos se sienten motivados, es más probable que asuman responsabilidades con compromiso, creatividad y se autolideren, encontrando en su labor no solo una tarea, sino también una fuente de crecimiento personal y profesional.
Un equipo motivado contribuye a la creación de un clima organizacional donde predomina la colaboración, el respeto mutuo y la búsqueda constante de soluciones. Esto impacta directamente en la calidad del cuidado proporcionado a los NNA, quienes necesitan adultos confiables y consistentes para fortalecer su recuperación emocional y desarrollar confianza en su entorno.
Factores que inciden en la motivación de los equipos
Factores higiénicos:
Estos elementos abarcan aspectos básicos como condiciones ambientales adecuadas, salarios justos, beneficios laborales y seguridad en el empleo. Aunque no generan satisfacción por sí solos, cuando no se cumplen, provocan insatisfacción, desmotivación y alta rotación. En las residencias, esto incluye garantizar espacios laborales seguros, equipamiento adecuado y estabilidad contractual.
Factores motivacionales:
Se relacionan directamente con el contenido y la calidad del trabajo. Ofrecer tareas significativas, fijar metas alcanzables y reconocer logros individuales genera satisfacción y un vínculo más fuerte con la labor. Los equipos motivados intrínsecamente en residencias se sienten realizados cuando ven el impacto positivo de su trabajo en la vida de los NNA, lo que los impulsa a mantener un alto compromiso.
Relaciones laborales positivas:
Las interacciones respetuosas y constructivas con colegas y supervisores son clave para crear un ambiente de trabajo saludable. En un entorno colaborativo, las personas se sienten valoradas y apoyadas, lo que fortalece la cohesión del equipo. En residencias de protección, estas relaciones promueven una atención más integral y coordinada para los NNA.
Crecimiento y autorrealización:
La posibilidad de desarrollar nuevas habilidades, asumir retos significativos y alcanzar metas personales a través del trabajo fomenta un sentido de propósito. En residencias, esto puede incluir capacitaciones, certificaciones o la oportunidad de liderar proyectos que beneficien directamente a los NNA.
Reconocimiento y autonomía:
Valorar y visibilizar las contribuciones individuales y grupales, ya sea a través de recompensas formales, agradecimientos públicos o feedback positivo, fortalece la motivación. Además, permitir que las/los trabajadores tomen decisiones y gestionen responsabilidades de forma autónoma refuerza su compromiso y satisfacción, mejorando la dinámica organizacional.
Buenas prácticas
Diseñar un entorno de trabajo enriquecedor:
Esto implica crear espacios donde los equipos puedan expresar sus ideas, proponer mejoras y participar activamente en la toma de decisiones. Un entorno enriquecedor en residencias incluye reuniones periódicas para retroalimentación, flexibilidad en la gestión de tareas y reconocimiento del esfuerzo colectivo.
Promover el desarrollo profesional:
Ofrecer capacitaciones en áreas técnicas y emocionales, talleres prácticos y oportunidades para avanzar en la carrera profesional no solo incrementa las competencias, sino también el sentido de valor personal. En residencias, esto puede incluir formación en manejo de traumas, resolución de conflictos y cuidado emocional.
Reconocer logros:
Implementar sistemas que destaquen el esfuerzo y los resultados, como ceremonias de reconocimiento, bonos de desempeño o simplemente expresar gratitud en reuniones de equipo. En el contexto de residencias, reconocer los avances logrados con los NNA o la resolución efectiva de situaciones complejas es una motivación poderosa.
Facilitar la autonomía:
Delegar responsabilidades y permitir que quienes forman parte de los equipos gestionen ciertos aspectos de su labor con independencia, fomenta la confianza y el compromiso. En residencias, esto puede traducirse en otorgar libertad para desarrollar actividades creativas con los NNA o proponer mejoras en los procesos internos.
Fomentar un liderazgo participativo:
Las/los líderes que escuchan a sus equipos, consideran sus opiniones y construyen relaciones basadas en la confianza contribuyen a un ambiente donde quienes trabajan en las residencias se sienten valorados y motivados. Esto se puede lograr a través de reuniones abiertas, mentorías o diálogos regulares entre supervisores y equipos.