La importancia de promover la actividad física en los niños, niñas y adolescentes en residencias

¿A qué nos referimos con actividad física?

La actividad física es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que requiere gasto de energía. Esto incluye el ejercicio formal, pero también actividades cotidianas como el juego, las tareas domésticas, el traslado activo como caminar o andar en bicicleta, y otras actividades recreativas.

La Organización Mundial de la Salud, OMS, señala que el deporte, como parte de la actividad física, contribuye a mejorar la aptitud física y el bienestar mental, al tiempo que fomenta la interacción social y puede potenciar habilidades sociales y colaborativas en todos los niveles.

Además de contribuir al bienestar físico, la actividad tiene efectos positivos sobre la función cognitiva, mejorando el desempeño académico, la memoria y la función ejecutiva de niños, niñas y adolescentes. Además, tiene beneficios directos sobre el bienestar psicológico y social.  Reduce el riesgo de depresión y puede ser tan efectiva como las terapias psicológicas o farmacéuticas en la reducción de síntomas depresivos. Ayuda a prevenir enfermedades y contribuye a evitar el sobrepeso.

Dónde poner atención

Buenas prácticas para implementar en residencias:

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