En el entendido que, niñas, niños y adolescentes ingresan a las residencias de protección debido a que sufrieron graves vulneraciones de derechos, sabemos que acarrean dificultades emocionales y conductuales y por tanto, en este sentido, las intervenciones terapéuticas son fundamentales para su bienestar.
Es así como las terapias complementarias pueden ser incluidas en el trabajo residencial, para contribuir a su salud mental entendida como “un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y puede aportar algo a la comunidad” según la definición de la OMS.
Junto con la atención psico-social, se incorporaron terapias complementarias como: Yogaterapia, Programación Neurolingüística, Flores de Bach y Sanación Pránica.
¿Qué facilitó la implementación del programa?
- Enfoque participativo: Respetar el derecho de las niñas a participar voluntariamente en las terapias aumentó su adherencia al proyecto, promoviendo la comunicación y confianza con las terapeutas.
- Agencia y responsabilización: Permitir que las niñas co-construyan las sesiones y participen en la elección de actividades fortaleció su relación con las terapias y su apropiación del espacio.
- Vinculación con las terapeutas: La confianza y familiarización construida permitió que las niñas reconocieran a las terapeutas como figuras de apoyo, facilitando avances en sus procesos terapéuticos.
- Flexibilidad y adaptabilidad: Las terapeutas se adaptaron a las necesidades y expectativas de las niñas, ajustando los planes y buscando soluciones creativas, lo que resultó en una experiencia terapéutica más efectiva y valorada por las participantes.
- Espacio terapéutico: La Casa del Bienestar proporcionó un entorno ordenado y acogedor, mejorando tanto el funcionamiento administrativo como la calidad de las terapias, creando un ambiente propicio para el proceso terapéutico.
- Hitos de inicio y cierre: Estos eventos involucraron a la comunidad de la residencia, facilitando la inscripción y el inicio del proyecto, y ofreciendo un cierre formal que dejó un espacio anclado para futuras necesidades de las niñas y adolescentes.
- Materiales: Los materiales utilizados en las terapias complementarias, como libros y figuras, facilitaron la intervención y ayudaron a las niñas a conectar emocionalmente con las terapias, mejorando su participación y respuesta.
- Preparación e inducción de las terapeutas: Las terapeutas recibieron formación y protocolos adecuados para manejar crisis, además de utilizar fichas de acontecimientos y comunicación informal con educadoras para adaptar las sesiones a las necesidades de las niñas.
- Coordinación y definición de roles: La asignación clara de roles y una buena coordinación entre terapeutas y educadoras fueron claves para la gestión eficiente del proyecto, facilitando la resolución de contingencias y la motivación de las participantes.
- Sesiones personalizadas: Las niñas respondieron positivamente a las sesiones individuales y grupales pequeñas, lo que permitió a las terapeutas ofrecer intervenciones más personalizadas y efectivas en su proceso de sanación.
¿Qué pudimos observar en las niñas y adolescentes?
La experiencia de terapias complementarias fue relacionada con el bienestar en los siguientes aspectos:
Calma y tranquilidad:
Relajo y disminución del estrés. El espacio y ambiente construido en la “Casa del Bienestar” contribuyeron a la calma de las niñas y adolescentes, quienes destacaron elementos como la música y el aroma del lugar.
Vitalidad y felicidad:
Las participantes mencionaron sentirse felices y con más energía durante y después de recibir las terapias.
Por otra parte, el proyecto aportó en el desarrollo y crecimiento personal de las niñas y adolescentes en:
- Respeto y empatía: Por medio del enfoque en la colaboración y la sanación grupal, se observó mayor generosidad y empatía entre las participantes, por ejemplo: se logró el respeto de los turnos de cada una de las participantes. Las terapeutas destacaron avances respecto al inicio, donde los conflictos y peleas eran centrales en las sesiones grupales.
- Paciencia y perseverancia: Las terapeutas relevaron progresos en la tolerancia a la frustración de las niñas y adolescentes, quienes en un principio se afligían y frustraban fácilmente con las manualidades y actividades. Así, las participantes mostraron perseverancia en los proyectos que iniciaban, deseando terminarlos.