¿Cuáles son las fases del diagnóstico familiar?
En el trabajo con niños, niñas y adolescentes en residencias de protección, el diagnóstico familiar es la base para comprender el contexto familiar y social, y para establecer un plan de intervención adecuado. Esta fase incluye el levantamiento de la red familiar y la evaluación ecológica de la familia, dos procesos que permiten obtener una visión integral de la situación familiar y social del NNA.
Levantamiento de la red familiar: Consiste en identificar a todos los miembros que componen el núcleo familiar, como la familia extendida y los adultos significativos para los niños, niñas y adolescentes que ingresan a la residencia de protección. Esta fase permitirá conocer antecedentes de la familia, incluidos eventos traumáticos o situaciones de vulnerabilidad que puedan haber afectado el bienestar de los miembros e identificar los potenciales miembros con quienes trabajar, tomando siempre en consideración la opinión del NNA junto a la de los profesionales de la dupla psicosocial.
Evaluación ecológica de la familia: Tiene como objetivo comprender en profundidad el contexto social, económico y cultural que rodea a la familia y al NNA, analizando tres dimensiones.
– Las necesidades de desarrollo del NNA: Evaluar aspectos como la salud física y mental; el desarrollo educacional, rendimiento académico y acompañamiento recibido; la historia de su desarrollo emocional y de comportamiento; la percepción de sí mismo/a y el sentido de pertenencia; nivel de desarrollo de la empatía; adecuado comportamiento; habilidades de autocuidado.
– Las competencias parentales: Analizar las capacidades de padres, madres o cuidadores para ofrecer un entorno seguro, estable y afectivo. Por ejemplo, capacidad para brindar los cuidados básicos; resguardo frente a posibles daños o peligros; respuesta a las necesidades emocionales del NNA; estimulación intelectual y social; establecimiento de límites; ofrecer un espacio de estabilidad y seguridad para el desarrollo.
– Factores familiares y del entorno: Evaluar las condiciones económicas y sociales como el acceso o a servicios e infraestructura del barrio; integración de la familia al contexto de su comunidad; niveles de ingreso familiar para proveer del mínimo necesario para vivir; empleo familiar; calidad y comodidad de la vivienda; historia de la familia. Estos factores que pueden ser determinantes para comprender las dificultades familiares en relación con la situación de alejamiento del NNA de sus cuidadores.
Dónde poner atención
Se recomienda realizar una evaluación inicial en el primer mes y una evaluación más profunda a los tres meses, complementándola con el avance del plan de trabajo.
Los informes deben ser personalizados y comprensibles, evitando respuestas estandarizadas.
Es fundamental respetar la confidencialidad, informar a la familia sobre los objetivos y los límites de la evaluación, y mantener una relación respetuosa y sensible para ganar su cooperación.
Instrumentos útiles
Fuentes de información múltiples:
Se recomienda utilizar diversos métodos como archivos, entrevistas, observaciones e instrumentos diagnósticos. Se deben realizar al menos tres entrevistas clínicas antes de entregar la evaluación.
Revisión documental:
Incluir informes diagnósticos de antiguos programas de protección y fallos judiciales para obtener un panorama más completo.
Entrevistas individuales:
Realizar entrevistas en profundidad con los adultos evaluados y otras figuras significativas que puedan aportar información relevante sobre la situación familiar.
Genograma:
Utilizar esta herramienta para mapear las relaciones familiares y entender las conexiones y dinámicas entre los miembros de la familia.
Visitas domiciliarias:
Realizar observaciones en el hogar para evaluar el contexto y la interacción entre los adultos evaluados y el NNA en un entorno natural.
Coordinación con otros actores:
Colaborar con colegios y otros profesionales intervinientes para complementar la información obtenida sobre la dinámica familiar.
Reporte de la educadora de trato directo y dupla psicosocial:
Recoger registros de la relación y conducta del NNA durante las salidas y visitas del adulto evaluado.
Mapa de redes o eco mapa:
Identificar redes de apoyo social y los servicios utilizados por el adulto evaluado y la familia.
Evaluación ecológica:
Usar herramientas como el NCFAS G+R, que evalúa el funcionamiento familiar en diversas áreas como el entorno, competencias parentales y bienestar del niño, entre otras.
Inventario de Potencial de Maltrato Infantil (PMF):
Para casos específicos, utilizar esta escala que evalúa características individuales y familiares que predisponen al maltrato físico.