El rol de los adultos en el autoconocimiento de niños, niñas y adolescentes

¿Cuál es el rol de cuidadores y cuidadoras en el autoconocimiento de NNA?

El autoconocimiento es un pilar fundamental en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes, ya que les permite entender quiénes son, cómo se sienten y cómo se relacionan con el mundo que los rodea. Cuidadores y cuidadoras tienen un rol preponderante en este proceso, influenciando directamente la manera en que NNA empiezan a construir su identidad y autoestima, pues son quienes funcionan como los primeros espejos en los que ellos y ellas ven reflejadas sus emociones y comportamientos.

Cuando los adultos reconocen y validan las emociones de los niños, no solo facilitan la comprensión de esas emociones, sino que también les permiten construir una relación más sana con su propia identidad.

Este proceso es aún más importante en contextos de residencias de protección, donde ellos y ellas tienden a desarrollar una narrativa negativa sobre sí mismos, basada en sus experiencias y no en quienes son.

Ayudarles a reformular las creencias sobre ellos y ellas, apoyándose en el descubrimiento de sus fortalezas y sus dificultades, posibilitará que se reconozcan y puedan desplegarse. La forma en que cuidadores y cuidadoras abordan las emociones de NNA y responden a sus necesidades afectivas impacta directamente en el desarrollo de su autoconocimiento.

Dónde poner atención

Buenas prácticas

Existen varias estrategias prácticas que los adultos pueden implementar para promover el autoconocimiento en NNA:

Modelar la introspección

Al compartir nuestras propias experiencias emocionales y mostrar cómo gestionamos nuestras emociones, enseñamos a los niños que reflexionar sobre uno mismo es una parte natural y valiosa del desarrollo personal. Esto no solo les da un ejemplo a seguir, sino que también les demuestra que la autorreflexión es una herramienta útil en la vida.

Fomentar la narrativa personal positiva:

Para niños, niñas y adolescentes con traumas complejos, es crucial ayudarles a reformular su narrativa personal, separando los hechos objetivos de quienes son. Ayudarles a resignificar su historia, enfocándose en sus fortalezas, puede tener un impacto duradero en su autoestima.

Escuchar activamente:

Escuchar atentamente lo que los niños tienen que decir y hacerles preguntas que fomenten la autorreflexión les permite indagar en sí mismos y sentirse valorados. Cuando los niños saben que sus pensamientos y emociones son importantes para los adultos, desarrollan una mayor confianza.

Facilitar espacios de exploración emocional:

Ya sea a través del arte, el juego o las conversaciones, es fundamental ofrecer oportunidades para que los niños expresen y exploren sus emociones. Estos espacios les permiten experimentar sus sentimientos en un entorno seguro y con el apoyo adecuado para entenderlos y gestionarlos.

¡Fórmate con nosotros!

Sé parte de la comunidad PROTEGE y transformemos la vida de niños, niñas y adolescentes que han sido gravemente vulnerados.

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