¿Cuáles son las necesidades de niños, niñas y adolescentes?
Cada niño, niña y adolescente cuenta con necesidades únicas y particulares. Reconocerlas implica conocer sus rasgos característicos de historia y personalidad. Para ello, la cercanía, presencia, proximidad y disponibilidad en el tiempo de la figura de cuidado es esencial para que se sientan aceptados y puedan generar vínculos seguros.
Además del reconocimiento de necesidades particulares de NNA, debemos tener en cuenta una serie de necesidades que son transversales a ellos y ellas, que son las siguientes:
- Fisiológicas: necesidades de sueño, alimentación, hidratación, nutrición física y emocional, contacto físico y sostén.
- Afectivas: necesidad de vinculación que se expresa en la conexión, en ser aceptados y sentirse importantes para otros por el simple hecho de existir.
- Sociales: necesidad de relacionarse con otros y otras, de establecer una comunicación fluida que les permita sentirse pertenecientes y reconocidos en un espacio.
- Cognitivas: necesidades de estimulación en el ámbito de las habilidades formativas; necesidad de explorar y experimentar para relacionarse y conectar con el mundo y sus múltiples posibilidades; necesidad de reforzar los logros.
Dónde poner atención
En el acompañamiento de niños, niñas y adolescentes es importante poner en práctica la observación sensible, que implica interpretar y entender sus necesidades únicas y en su contexto. Para esto observo, me detengo, me pongo en presencia y conecto compasivamente. Sólo en ese momento pongo al servicio mis recursos de manera consciente.
En cada una de nuestras acciones toma relevancia la manifestación de amor genuino, que es el elemento más importante en desarrollo humano y lo que nos permitirá generar el vínculo, la conexión, la sensación de ser dignos de atención, protección y cobijo por el simple hecho de existir.
Estrategias para abordar las necesidades
- Generar diálogos: ofrecer un ambiente nutrido de conversación y escucha activa; de la consideración, reconocimiento como personas legítimas, con méritos, habilidades y recursos.
- Observación de gestualidad: poner atención en la comunicación corporal que ofrecen NNA en sus interacciones para entender el súbtítulo de lo que nos están diciendo, qué dicen y desde dónde: ¿desde sus miedos, su rabia?, ¿me quiere pedir algo y no sabe cómo?
- Ofrecer un ambiente predecible con normas, límites y también flexibilidad: de esta forma podemos ofrecer seguridad, predictibilidad y también la certeza de que, si el NNA lo requiere se puede modificar.
- El juego: Incorporar el juego en las interacciones cotidianas abre la posibilidad de ofrecer espacios horizontales, en los que se asumen roles diferentes, que incentivarán la construcción de empatía y la satisfacción de necesidades desde un lugar que niños, niñas y adolescentes puedan manejar de forma más orgánica y segura.
- Las canciones y melodías diarias: compartir y disfrutar música, ejerciendo turnos para tocar lo que a cada uno y una le guste, contribuye a la construcción de un entorno seguro y acogedor.