¿Qué es el análisis de casos?
El trabajo en residencias de protección con niños, niñas y adolescentes exige intervenciones técnicas que sean estructuradas, dinámicas y adaptativas. En este sentido, el análisis de casos permite evaluar, monitorear y redefinir estrategias que permitan avances significativos en los Planes de Intervención Individual (PII).
El análisis de casos es un método técnico que facilita la comprensión de situaciones complejas a través de una reflexión sistemática y estructurada. Este proceso permite al equipo interdisciplinario revisar la marcha de los PII, monitorear avances y retrocesos, e integrar nuevas estrategias según las necesidades actuales de NNA. Su propósito principal es garantizar un acompañamiento eficaz y coordinado, promoviendo la mejora continua en las intervenciones.
Dónde poner atención
Para que el análisis de casos sea eficaz, se deben considerar los siguientes aspectos:
- Carácter participativo y colectivo: Las reuniones deben involucrar a todos los miembros del equipo, fomentando un intercambio de perspectivas que enriquezca el análisis y las decisiones. Estimular la corresponsabilidad en los logros y dificultades, promoviendo un enfoque colaborativo.
- Actualización continua del diagnóstico y pronóstico: Es importante recoger información reciente sobre la situación del NNA para ajustar las estrategias y objetivos de intervención. Reconocer que las necesidades de los NNA pueden cambiar en el tiempo requiere ajustar estrategias y plazos. Esto incluye redefinir objetivos o incorporar nuevos recursos según los avances observados
- Identificación de avances y dificultades: Monitorear los logros alcanzados y las barreras encontradas permite ajustar los PII de manera más precisa. Comunicar los progresos alcanzados por el NNA es clave para fortalecer su confianza y la del equipo interventor. Esto incluye destacar micro-logros que, aunque pequeños, son significativos en su proceso de desarrollo.
- Reflexión interdisciplinaria: Cada miembro del equipo aporta desde su especialidad para construir un enfoque integral. El éxito radica en establecer objetivos comunes y trabajar de forma sincronizada para alcanzar metas claras. Esto incluye a la dupla psicosocial, educadores y educadoras de trato directo y otros profesionales y técnicos, según el caso.
- Atención a las necesidades evolutivas y emocionales del NNA: Las estrategias deben adaptarse según la etapa de desarrollo y los retos que enfrenta cada niño o niña.
Buenas prácticas
Implementar un acompañamiento clínico efectivo requiere metodologías claras y un compromiso con la calidad técnica de la intervención. Algunas buenas prácticas incluyen:
Reuniones periódicas estructuradas:
Organizar encuentros semanales entre la dupla psicosocial y el o la directora permite un monitoreo constante de los casos. Reuniones ampliadas periódicas con todo el equipo interventor son fundamentales para abordar situaciones más complejas y priorizar decisiones estratégicas.
Uso de herramientas de evaluación y seguimiento:
Implementación de registros individuales, que consignen en cada reunión el objetivo presente del análisis del caso. Se sugiere que este documento considere el historial completo de cada NNA, con toda la información disponible, como los como los antecedentes familiares; historia personal e institucional; antecedentes médicos: enfermedades, salud mental, crecimiento, nutricionales, ginecológicos y de sexualidad; antecedentes escolares, de aprendizaje y comportamiento; nivel de desarrollo actual; antecedentes sobre tipos de victimización sufrida, duración, y relación con el victimario/a.
De especial relevancia es consignar la evaluación de la situación actual, las estrategias efectivas e ineficaces, así como los logros alcanzados.